De hecho, algunos de estos han sido criados en cautiverio para poder preservar su especie, sin embargo, no se ha logrado que puedan reproducirse con rapidez. En realidad, esto ni siquiera ocurre en la naturaleza, donde en estado silvestre tienen una taza baja de reproducción y además, necesitan un buen tiempo para recuperarse si ven a su congénere siendo asesinado. A decir verdad, el apareamiento de esta especie tiene lugar durante la época primaveral y las crías nacen a finales del invierno, así la hembra pare entre uno o dos oseznos, los que llegan a su madurez sexual a partir de los cuatro y diez años.
Esta también es otra de las causas para su extinción, puesto que la piel y el oso mismo en si son considerados como un buen negocio, es decir que venderlos a los zoológicos es lucrativo. Así, cuando llegan a lugares protegidos, los osos pandas prefieren comer en vez de aparearse, por lo que en el mundo solo quedan unos 1000 de estos ejemplares. Si bien en otros tiempos solo se les mataba sin piedad, hoy en día pueden disfrutar de tranquilidad aunque de una gran disminución de su población.
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